Home
ENTRAR
REGISTRARSE

Hoy en día todavía podemos encontrar panes que son falsos integrales y que usan el aclamo “integral” sin ningún escrúpulo. Lo terrible del caso es que, no sólo podemos ver este tipo de actuaciones en el pan, sino que también se traslada a galletas, pastas, picos… que se venden como integrales pero que realmente no lo son ya que incluyen harinas refinadas entre sus ingredientes.

Para asegurarnos de que estamos adquiriendo un pan integral de verdad y saber reconocerlo, tenemos que mirar el listado de ingredientes y ver que la harina que contiene es 100% integral. Es decir, que entre los ingredientes no aparezcan porcentajes de harinas refinadas o que no lleven la palabra “integral” detrás.

También es interesante huir de todos aquellos ingredientes de nuestros panes que no sean harina integral, agua, cereales y semillas, levaduras o masa madre y sal.

 

 

Lo más habitual que nos podemos encontrar en un producto de panadería con el reclamo “integral” y que realmente no lo es, es que le hayan añadido salvado suelto. Eso lo convierte en un producto con más fibra, y eso no es malo, pero no lo vuelve un producto al que podemos llamar integral.

Nuestro cuerpo no responde igual ante un grano entero, que al grano refinado al que le han añadido el salvado. De ahí, que sea importante diferenciar integral, de simplemente “con fibra”.

Cuando vemos ventajas nutricionales es con un cereal integral de verdad. Éstos, son alimentos más saciantes y que previenen algunas enfermedades metabólicas.

¿Tienes una duda? Contacta con FPF y será un placer atenderte.

crossmenuchevron-down
10€ DE REGALO
Suscríbete a nuestra Newsletter y recibe ahora un descuento de 10€.
    SUSCRÍBEME
    linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram